Lípidos o grasas 
       
                 Al igual que los glúcidos, las grasas se utilizan   en su mayor parte para aportar energía al organismo, pero también son   imprescindibles para otras funciones como la absorción de algunas vitaminas (las   liposolubles), la síntesis de hormonas y co;mo material aislante y de relleno de   órganos internos. También forman parte de la membranas celulares y de las vainas   que envuelven los nervios. 
         
         Están presentes en los aceites   vegetales (oliva, maíz, girasol, cacahuete, etc.), que son ricos en ácidos   grasos insaturados, y en las grasas animales (tocino, mantequilla, manteca de   cerdo, etc.), ricas en ácidos grasos saturados. Las grasas de los pescados   contienen mayoritariamente ácidos grasos insaturados. 
         
         A pesar de   que al grupo de los lípidos pertenecen un grupo muy heterogéneo de compuestos,   la mayor parte de los lípidos que consumimos, pertenecen al grupo de los   triglicéridos. Están formados por una molécula de glicerol, o glicerina, a la   que están unidos tres ácidos grasos de cadena más o menos larga. En los   alimentos que normalmente consumimos siempre nos encontramos con una combinación   de ácidos grasos saturados e insaturados. Los ácidos grasos saturados son más   difíciles de utilizar por el organismo, ya que sus posibilidades de combinarse   con otras moléculas están limitadas por estar todos sus posibles puntos de   enlace ya utilizados o "saturados". Esta dificultad para combinarse con otros   compuestos hace que sea difícil romper sus moléculas en otras más pequeñas que   atraviesen las paredes de los capilares sanguíneos y las membranas celulares.   Por eso, en determinadas condiciones pueden acumularse y formar placas en el int   erior de las arterias (arteriosclerosis). 
         
         Siguiendo en   importancia nutricional se encuentran los fosfolípidos, que incluyen fosforo en   sus moléculas. Entre otras cosas, forman las membranas de nuestras células y   actuan como detergentes biológicos. También cabe señalar al colesterol,   sustancia indispensable en el metabolismo por formar parte de la zona intermedia   de las membranas celulares, e intervenir en la síntesis de las hormonas. 
Los   lípidos o grasas son la reserva energética más importante del organismo en los   animales ( al igual que en las plantas son los glúcidos). Esto es debido a que   cada gramo de grasa produce más del doble de energía que los demás nutrientes,   con lo que para acumular una determinada cantidad de calorías sólo es necesario   la mitad de grasa de lo que sería necesario de glucógeno o   proteínas. 
         
        Necesidades diarias de lípidos 
         Se   recomienda que las grasas de la dieta aporten entre un 20 y un 30 % de las   necesidades energéticas diarias. Pero nuestro organismo no hace el mismo uso de   los diferentes tipos de grasa, por lo que este 30 % deberá estar compuesto por   un 10 % de grasas saturadas (grasa de origen animal), un 5 % de grasas   insaturadas (aceite de oliva) y un 5 % de grasas poliinsaturadas (aceites de   semillas y frutos secos). Además, hay ciertos lípidos que se consideran   esenciales para el organismo, co;mo el ácido linoleico o el linolénico, que si   no están presentes en la dieta en pequeñas cantidades se producen enfermedades y   deficiencias hormonales. Estos son los llamados acidos grasos   esenciales. 
         
         Si consumimos una cantidad de grasas mayor de la   recomendada, el incremento de calorías en la dieta que esto supone nos impedirá   tener un aporte adecuado del resto de nutrientes energéticos sin sobrepasar el   límite de calorias aconsejable. En el caso de que este exceso de grasas esté   formado mayoritariamentepor ácidos grasos saturados (como suele ser el caso, si   consumimos grandes cantidades de grasa de origen animal), aumentamos el riesgo   de padecer enfermedades cardiovasculares como la arteriosclerosis, los infartos   de miocardio o las embolias.
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