EFECTOS NEGATIVOS 
       
       
        La testosterona y sus derivados son   hormonas que tienen efectos en diferentes zonas y tejidos del organismo y que   podemos clasificar en dos grandes grupos, según el efecto que producen:   androgénico y anabólico. 
         
        El efecto androgénico es el producido por el   hecho que este grupo de substancias son derivados de la hormona masculina   testosterona. En condiciones normales, el organismo sintetiza testosterona en el   testículo y de aquí la hormona produce modificaciones en los tejidos periféricos   y dando la forma de los caracteres sexuales secundarios (distribución del vello   y de la grasa típicamente masculina, agravamiento de la voz,...). Cuando la   concentración de testosterona en la sangre alcanza cierta cantidad, el testículo   es frenado en su producción porque detecta que ya existe hormona suficiente. Si   la toma de esteroides es muy prolongada, la falta de actividad del testículo va   atrofiando sus funciones de secreción hasta llegar a la esterilidad. La   esterilidad producida por el consumo de anabolizantes es reversible aunque no   siempre; todo depende de las dosis, del tipo de esteroides consumidos y del   tiempo que duró el consumo. 
         
        El efecto anabólico es el efecto buscado por   los deportistas. Consiste en un aumento de la síntesis de las proteínas del   músculo (sobre todo actina y miosina) que se incorporan a las miofibrillas y   aumentan el diámetro de las fibras musculares. Sin embargo, no debe creerse que   el uso de esteroides anabolizantes facilita el camino hacia una mejora del   rendimiento deportivo. No existen atajos en el aumento y mejora de la masa   muscular. 
         
        Para que el uso de esteroides anabolizantes sea eficaz debe   conocerse cual es su mecanismo de acción. La testosterona liberada por el   testículo o la tomada externamente pasa a la sangre, la hormona se une a una   proteína transportadora específica. Cuando llega a las células en las que va a   producir su efecto, la molécula se une a un receptor citoplasmático y de aquí   unidos van al núcleo a modificar la replicación del material genético y por   tanto la síntesis de proteínas. Sin embargo, el efecto de los esteroides no se   logra sólo con inyectarlos o tomarlos en pastillas. 
         
        Para que los   anabolizantes sean eficaces es necesaria una detallada planificación del   entreno. Los ciclos de trabajo de intensidad (fase de desgaste o catabólica) y   los posteriores periodos de recuperación y sobrecompensación (fase anabólica)   necesitan nutrientes y descanso para poder tener lugar. Durante las fases de   recuperación y sobrecompensación, la alimentación aporta nutrientes energéticos   y materiales que permitan recuperar las reservas gastadas durante el esfuerzo y   reconstruir los tejidos dañados. El descanso es el periodo durante el que tienen   lugar la mayor parte de las reacciones del metabolismo que sirven para   reconstruir el organismo. Si los periodos de descanso no son suficientes en   cantidad y calidad lo único que se puede conseguir es entrar en   sobreentrenamiento y por tanto en una pérdida de rendimiento   deportivo. 
         
        Es absurdo consumir anabolizantes, pero aún lo es más si el   entreno, la dieta y el descanso no son adecuados a la planificación de trabajo   que se ha establecido. 
         
    Otra de las consecuencias del consumo de   esteroides anabolizantes es que éstos no distinguen el músculo que va a crecer.   De esta manera también el músculo cardiaco, el miocardio, se hipertrofia por el   consumo de estas substancias. Se han descrito bastantes casos de infarto de   miocardio en atletas que han consumido este tipo de drogas.
  |